mi Lewinsky
Le hablé de mi carrera política. Reconozco que al principio se quedó algo sorprendido, como todos. Se hizo un lío bromeando con los excelentísima, doña y honorable. Pero pronto perdió la compostura y me arrastró a su cama haciendo reverencias.
Los buenos políticos necesitan a su Lewinsky dijo sonriendo. Pero no, en su caso no se trataba de manchar ningún vestido. Tampoco estaba pensando en despachos ni puros cuando se ofreció a ser mi "becario". Me arrancó el tanga rojo y se lo quedó a modo de prueba. Cerró el cajón de golpe, me miró con aire condescendiente y soltó: Ni se te ocurra subirme los impuestos
Los buenos políticos necesitan a su Lewinsky dijo sonriendo. Pero no, en su caso no se trataba de manchar ningún vestido. Tampoco estaba pensando en despachos ni puros cuando se ofreció a ser mi "becario". Me arrancó el tanga rojo y se lo quedó a modo de prueba. Cerró el cajón de golpe, me miró con aire condescendiente y soltó: Ni se te ocurra subirme los impuestos
1 comentario
Bart -